Cuando oigo este nombre me imagino una persona de edad, acostumbrada al permanente trajín de un hogar. Pero viene el asombro al encontrarse con un joven culto y cordial de trece años de edad, lleno de ilusiones y esperanzas.
Su voz clara y expresiva denota alegría y juventud, facilitándole conjugar ideas y formas poéticas diferentes, que nacen de su espíritu impregnado de experiencia y sabiduría.
Le dicen “EL NIÑO POETA” porque lleva la inspiración en su alma desde muy niño cuando empezaron a brotar los primeros versos que impactaban a los que conocían su amor por la cultura.
En la profundidad de su mente y en el misterio de su espíritu trata uno de adivinar la fuerza poética que debe existir en Sergio Esteban Vélez P. cuando deja escapar versos con rasgos de poesía que hablan de su vida, del amor, la soledad, el desengaño, la tormenta, el sol ardiente, la muerte, las almas, la noche y la oscuridad.
Es admirador de grandes personajes: Cervantes, García Márquez, Neruda, Becquer, José Asunción Silva, Porfirio Barba Jacob, León de Greiff.
Nuestra juventud debe seguir los pasos del “Niño Poeta” valorando el esfuerzo de un joven que adora a su tierra con sincero amor colombianista.
Las grandes cualidades de Sergio Esteban Vélez y la labor poética que está desarrollando despiertan en los antioqueños admiración y respeto digno de aplauso. A simple vista resalta un espíritu romántico y noble, inmenso en bondad y cariño hacia sus semejantes. Los estudiosos y avezados en cultura tienen un valioso ejemplo en este joven, quien a su corta edad ha llegado al corazón de sus admiradores mostrando su capacidad poética.
Los años se encargarán de mostrar los méritos y valores de un colombiano que desea llegar a la cúspide del éxito anhelado, colocando el nombre de nuestra querida Colombia en los más altos peldaños a que tiene derecho.
LUIS URIBE BUENO
Medellín, 1997
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