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Presentación

  • : El blog de Sergio Esteban Vélez
  • : En este sitio, la cultura es protagonista. Se puede apreciar lo mejor del arte y de la literatura colombiana, a través de entrevistas a sus mayores representantes y de más de un centenar de artículos sobre el trabajo de los mismos. También hay un espacio para la Historia, la Política y la Lingüística, además de una compilación de la obra poética que el autor ha desarrollado desde su niñez, cuando ya publicaba libros y era admirado en su país como "el Niño Poeta".
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El color según los maestros

Guerra, Padura y Manet

1 agosto 2009 6 01 /08 /agosto /2009 15:18

SERGIO ESTEBAN VÉLEZ

El Mundo,  7 de julio de 2008



 

                               Sergio Esteban Vélez y Maripaz Jaramillo.  Bogotá, 2005

 

El Arte Colombiano celebra el cumpleaños número sesenta y los cuarenta años de vida artística de la destacada creadora Maripaz Jaramillo.  Ella, contestataria e innovadora, estuvo conversando con EL MUNDO.

 

María de la Paz Jaramillo, una artista de esas que no necesitan adjetivos para calificar su obra.  Su versatilidad y originalidad le dan una posición muy singular en el panorama del Arte Colombiano, en el que ha descollado como una de las principales figuras del Kitsch y el Pop Art, desde muy joven (25 años de edad), cuando, con sus irreverentes grabados, ganó el primer puesto en el Salón Nacional de Artes Visuales.  A partir de ese momento, nadie podría detener el torrente de sus triunfos, en 4 continentes.

“Nadie ha utilizado el color de una manera más arbitraria ni más agresiva, en el Arte Colombiano”, asegura el crítico Eduardo Serrano.  Para muchos, esa misma fuerza desgarradora de su colorido, que evoca a los Expresionistas Alemanes, es, precisamente, el elemento primordial de su obra, que la hace única y que le ha asegurado ya un lugar en la lista de las grandes mujeres artistas de América Latina.

En estas semanas, se celebran sus sesenta años de edad y el cuadragésimo aniversario de su entrega a las Artes Plásticas (1968, cuando comenzó sus estudios, en la Universidad de los Andes).  

En el marco de estas significativas efemérides, esto fue lo que nos dijo, acerca del trasfondo de su trabajo y de sus consideraciones sobre el Arte de nuestros días.

 

¿Con sus particulares retratos de grandes personajes, ha pretendido, realmente, ensalzar a estas luminarias o ha sido su intención, como la de los artistas del Pop Norteamericano, hacer una denuncia al consumismo y a la superficialidad?

Tiene un poco de todo, porque yo hago esos retratos porque me parecen interesantes esos personajes y porque pienso que ellos están haciendo algo que suena; así que mi idea no es de burla ni de crítica, sino de ensalzar a esos personajes que están en furor en un momento, porque están haciendo algo muy importante o porque hicieron algo malo.

 

¿Y ensalza también a los que hicieron algo malo, como en el caso de sus retratos de Simón Trinidad y Mónica Lewinsky?

A ellos los pinto porque están haciendo historia, pero no los ensalzo.

 

Hablemos del erotismo, como uno de los vectores de su obra, en los últimos 40 años.

Mi trabajo tiene mucho humor y sensualidad, más que erotismo.  El erotismo se lo dejo a otros artistas.

 

¿Estaría de acuerdo en adjudicar el epíteto de estrafalarios a muchos de sus personajes?

Estrafalarios, no.

 

Háblenos de la creatividad en la relación forma-color, en su obra.

El color es básico dentro de mi obra, que, cada vez, se vuelve más plana.  El dibujo deja de ser tan importante, contrario a años pasados, como cuando yo trabajaba el grabado. Ese es un gran cambio que yo he hecho, en estos 40 años de trabajo.

 

Y sus grabados, que la hicieron ganar tantos premios y reconocimientos, tienen el valor especial de la policromía, que implica un proceso tan complejo...

Sí, porque cada plancha tiene su color, entonces es muy complicado.  Así que, cuando yo empecé a pintar y a hacer mis pasteles, me liberé un poco, porque la técnica del grabado me coaccionaba bastante; en cambio, ahora, puedo trabajar más libremente el color.  Yo creo que eso me ha dado mucha respiración.

 

¿Por qué le interesa más el color que la tercera dimensión?

Me llama muchísimo la atención la escultura y la he trabajado, pero la mayoría de mi trabajo ha sido plano.

 

Para ser contemporáneo, ¿hay que dejar de pintar?

Parece que, para alguna gente, hay que dejar de pintar y que el lienzo y los pinceles son obsoletos, pero para mí, no.  Yo sigo en mi historia y en mi mundo.  Y, si está pasado de moda, que no creo, ya verán los otros lo que quieran hacer.  Yo creo que todas las experiencias son válidas, pero eso no quiere decir que una experiencia niegue la otra.

 

Háblenos de la denuncia social en su obra

En mi trabajo, desde el principio, he denunciado muchas cosas, como la prostitución, el manejo de la pareja, los acontecimientos políticos que pasan en nuestro país...  Para mí, el periódico y los noticieros son mi mayor fuente de trabajo.  Le doy mucho tiempo a leer el periódico, como investigación, porque me parece que eso es muy importante.  Y de ahí salen mis denuncias.  Hay otros tipos de trabajo en los que he usado otra forma que es el humor, con la cual también se puede trabajar mucho la denuncia. 

 

¿Qué piensa del esnobismo en el Arte de nuestros días?

Hay jóvenes que están aportando cosas importantes.  Tal vez, yo nunca haría lo que ellos están haciendo, pero ellos están viviendo una realidad diferente a la que yo viví: una niñez diferente, un estudio diferente...  Y, en cuanto al esnobismo, yo creo que siempre ha existido, pero, finalmente, en la posteridad, será el público quien decida si lo que se hizo era bueno o malo o si  simplemente era un acto esnobista.

 

¿Qué piensa de la afirmación de Zola, en 1867, de que la muchedumbre que visita los salones de Arte es “pueblo ciego que ríe” y que acaba por aceptar lo que se imponga? 

 Pues eso contradice un poco lo que yo he dicho, porque yo pienso que el público no es ciego, en absoluto.  Creo que el público es muy importante y que es fundamental que la obra le llegue.  

 

Pero si uno manifiesta su disgusto por una obra que ha sido unánimemente elogiada por los críticos, puede ser tildado de ignorante... como en la historia de “El traje nuevo del Emperador”...

Sí, hay muchas veces en que los curadores y los críticos aceptan unas cosas, y puede que mucha gente siga lo que ellos dicen, pero también hay otros que aceptan es lo que les llega y lo que para ellos es bueno, y eso es muy importante.  Por ejemplo, yo creo que buena parte de la importancia que tiene Fernando Botero es la aceptación que tiene el público con la obra de él, en sus diferentes épocas.  Y puede que muchos críticos digan que él no es bueno o que él es un invento del comercio, pero Fernando Botero le llega al público.  A mí, me parece que él es un ejemplo tajante, pues es un artista que ha trabajado lo que ha querido, se ha metido en muchísimos temas y tiene una gran aceptación en el mundo entero, más allá de los críticos.

 

¿Qué papel cree que ha jugado la palabra “disciplina”, en el desarrollo de su carrera?

La disciplina, para mí, ha sido importantísima.  Picasso decía que la obra era 10% de creatividad y 90% de trabajo y disciplina. 

 

Y Picasso también decía: “Si los demás no entienden mi obra, no es de los demás, es mía”.  ¿Usted qué piensa de eso?

Yo no pensaría así, porque creo que, si no les gusta, qué le vamos a hacer y que, si les gusta, es cuestión del público, porque el público es quien decide.  Así, puede que una obra de Teatro sea maravillosa, pero si a la gente no le llega, es terrible.  

 

Grandes mujeres en el Arte Colombiano...

Débora Arango, Beatriz González, Olga de Amaral... Hay, ahora, además, muchas mujeres jóvenes que están trabajando muy bien y pienso que las mujeres en el mundo del Arte están cogiendo cada vez más fuerza y aceptación.

 

Usted ha sido una gran colaboradora, en el campo del trabajo cultural, del presidente Álvaro Uribe Vélez...

Yo estuve en un comité del Ministerio de Cultura y en ese comité se trabajó muchísimo para lograr muchas cosas ¡y las logramos! 

 

Usted, que es tan buena para hacer surgir al exterior el verdadero color de las profundidades de los elementos, ¿De qué color ve a la Colombia de hoy, en el segundo gobierno de Uribe?

Yo estoy muy contenta con el gobierno del Presidente y pienso que nos va a sacar adelante en muchos procesos en que estamos metidos y que son muy complejos.  Yo lo veo con mucho positivismo y con un color muy vibrante.

 

De 1 a 10, ¿qué calificación le daría a la inversión gubernamental en Cultura, en nuestro país?

Se ha ampliado un poco, porque, por ejemplo, ya está el Fondo del Cine y se ha apoyado el Teatro.  En las Artes Plásticas, se están haciendo los diferentes salones regionales, para después hacer el Salón Nacional.  Es maravillosa la labor que se está haciendo con las bibliotecas, en las diferentes ciudades.  El Festival de Teatro, por ejemplo, es maravilloso, porque le llega a todo el mundo: a los grandes, a los niños, a los intelectuales...  Y esa es una labor titánica de concientizar a la gente de que el Arte es importante para la vida.

 

UNA CARRERA ACOMPASADA

Nació en Manizales, en 1948.  Estudió Bellas Artes en la Universidad de los Andes, en Bogotá; en la Chelsea School of Art, en Inglaterra, y en los talleres de Heyter, en París, y Camnitzer, en Italia. 

Su obra ha sido exhibida en más de 60 exposiciones individuales y en más de 80 colectivas, en ciudades como París, Nueva York, Londres, Tokio, Nagoya, Madrid, Roma, Oslo, Helsinki, Copenhague, Dublín, Colonia, Mulheim, Bayer (Alemania), Cracovia, El Cairo, Tel Aviv, Beirut, Nueva Delhi, Yakarta (Indonesia), Buenos Aires, San Francisco, México, Monterrey, Sao Paulo, Miami, Bogotá, Caracas, Río de Janeiro, La Habana, Quito, Panamá, San Juan de Puerto Rico, San José de Costa Rica, Maracaibo, Quito, Cuenca (Ecuador) y numerosas ciudades de Colombia.

Entre sus múltiples distinciones, se cuentan el primer premio en el XXV Salón Nacional de Artes Visuales (Bogotá, 1974); la medalla de oro “Intergrafik 76” (Berlín, Alemania, 1976); premio en la Bienal Americana de Grabado (Maracaibo, 1977); el Premio Intergrafik 80 (Berlín, Alemania, 1980); premio, en la Listowel International Print Biennale (Irlanda, 1982); mención (Bienal Americana de Puerto Rico, 1984); Premio de Pintura (Universidad de los Andes, Bogotá) y medalla y premio de adquisición en la Grafik Trionnale Frechen, BRD.

Su obra se encuentra en importantes museos e instituciones culturales de Colombia, Estados Unidos, Francia, Noruega, Irlanda, México, Venezuela, Panamá y Puerto Rico.

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