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Presentación

  • : El blog de Sergio Esteban Vélez
  • : En este sitio, la cultura es protagonista. Se puede apreciar lo mejor del arte y de la literatura colombiana, a través de entrevistas a sus mayores representantes y de más de un centenar de artículos sobre el trabajo de los mismos. También hay un espacio para la Historia, la Política y la Lingüística, además de una compilación de la obra poética que el autor ha desarrollado desde su niñez, cuando ya publicaba libros y era admirado en su país como "el Niño Poeta".
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El color según los maestros

Guerra, Padura y Manet

1 septiembre 2013 7 01 /09 /septiembre /2013 22:58

Este año, Azul y no tan rosa, del venezolano Miguel Ferrari, es una de las películas sobresalientes del Festival des Films du Monde, de Montreal

SERGIO ESTEBAN VÉLEZ

Azul y no tan rosa es la película de la que más se habla en Venezuela por estos días.  Y no precisamente por los temas polémicos que aborda, como el de las familias homoparentales.  Su orgulloso director, Miguel Ferrari,  tuvo tiempo para conversar con nosotros, en el marco de la serie Voces del Cine.


- A pesar de tocar un tema tan tabú como el del homosexualismo,  Azul y no tan rosa ha batido récords de cartelera en un país católico como Venezuela.  ¿Cómo ha sido la reacción de la gente?
- Ha sido algo algo extraordinario.  Gracias a las redes sociales, he podido saber qué era lo que pasaba, a nivel nacional, luego de las proyecciones de la película.  La estrené en 26 salas de Venezuela, y me pude dar cuenta de la emoción de la gente, porque tweeteaban, publicaban entradas en Facebook o enviaban mensajes a la página de la película.   Y me llegaron mensajes con historias maravillosas, como las de familias que estaban rotas y que se reencontraron y se reconciliaron, porque mi película trata sobre el amor y el respeto a lo diferente.
La gente acogió muy bien la película y eso corrobora lo que yo pensaba, que el país está ávido de hablar  de cosas y de personajes de los que nunca se trata por el prejuicio y el tabú.  
 

 

- ¿Ha sido, entonces, su intención la de poner a la gente a pensar acerca del prejuicio?
- Sí.  Mi intención era que la gente asistiera al cine y que, al final de la película, saliera con una pequeña reflexión.  Pero sin olvidarme de que el cine nunca debe dejar de ser entretenimiento.  Un ciudadano de a pie que compra la entrada para ir al cine merece todo el respeto y es importante contarle historias y mostrarle personajes con los que él pueda identificarse o conectarse emocionalmente, que lo hagan reír o conmover.
No estoy por hacer historias complejas de entender, sino recuentos sencillos, emotivos, que le lleguen al corazón a la gente.  
Y creo que mi intención se logró y que, de alguna manera, se dio un grano de arena para que en Venezuela, en los medios de comunicación, se comenzara a hablar de cosas, como el matrimonio igualitario, la tolerancia y la igualdad de todos los seres humanos.  
 

 

- ¿Cuál es la representación de la familia que se da en Azul y no tan rosa?
- Esta es una película sobre el amor y, sobre todo, sobre la familia.  Y el concepto de familia ha evolucionado: ahora las familias puedes ser monoparentales y pueden también ser compuestas por dos hombres o dos mujeres con hijos.
Yo considero que lo que necesita un niño, en el núcleo familiar, es amor y ser criado bajo valores como el de la honestidad, la solidaridad, el amor al trabajo y el respeto a las diferencias.  Los niños necesitan amor, así este venga de dos padres o dos madres.  
 

 

- Usted es también el guionista de la película...
- Azul y no tan rosa es una película escrita, producida y dirigida por mí.  Me interesa contar historias y, las historias que dirijo, prefiero que sean contadas por mí.
 

 

- ¿Le gusta que su película se presente en festivales de cine sobre la diversidad sexual, o cree que esto puede encasillarla?
Yo no me cierro a la posibilidad de ir a festivales de temática gay, pero lo que siempre digo en mis entrevistas es que no considero que la mía sea una película gay, sino una película como cualquier otra que habla del amor en sus diferentes formas.  Y así como no existen películas de temática heterosexual, considero que tampoco debería existir eso de películas de temática gay. Me parece que es algo excluyente.    
Sin embargo, como los colectivos LGTB han sufrido tanta discriminación, una de las formas de visibilizar el problema es hacer esta clase de festivales o eventos.
 

 

- Usted ha sido actor durante muchos años.  ¿Cree que el director debe haber sido actor para comprender mejor el desarrollo de los personajes?
- Esa es una de las cosas que siempre he dicho.  Que un actor talvez no necesite saber lo que ocurre detrás de cámara, pero que un director sí debe tener por lo menos conocimientos de actuación para entender de alguna manera cuál es el mecanismo que utilizan los actores para lograr una emoción determinada y así conseguir lo que se necesita en una escena.   
 

 

- ¿Para usted, a la hora de la dirección, que tan trascendental es la escogencia de los actores?
- Es trascendental, porque, para mí, lo más importante en una película son los actores, porque son los que finalmente cuentan la historia.  No se puede hacer una buena película sin buenos actores.  Por eso, lo que yo más cuido son los actores, que son el instrumento a través del cual voy a conectarme con el espectador.  
 

 

- ¿Ha pensado en convertirse en uno de esos directores que se especializan en temáticas relacionadas con las sexualidades alternativas?
No creo.  Tengo muchas historias que contar.  Esta era una de ellas.  Pero, de lo que sí puedes estar seguro es de que mis historias siempre van a hablar de los conflictos de los seres humanos y de sus sentimientos. Creo que lo importante es que uno se arriesgue a plantear historias.  Todavía hay infinidad de historias por contar.  Solamente, hace falta un poco de valentía para romper esquemas y hablar de esas cosas de las que nunca se habla.

Azul y no tan rosa

 

Diego, decide formalizar su relación de pareja con Fabrizio yéndose a vivir con él, pero de manera inesperada, se ve obligado a hacerse cargo de su hijo Armando, joven adolescente que vive en España y al que no ha visto desde hace años. El chico llega con una maleta cargada de reproches, de modo que a Diego no le resultará fácil restablecer la relación afectiva con él. En tales circunstancias, un grupo de radicales homófobos le propinan una brutal paliza a Fabrizio, dejándolo en coma (Fuente: catalógo oficial de prensa de Azul y no tan rosa).

De un lado y otro de la cámara

 

El venezolano Miguel Ferrari es licenciado en Teatro, especializado en Dirección Cinematográfica, en Madrid, España.   Como actor, director y guionista, ha sido galardonado con los premios más prestigiosos que se otorgan en Venezuela, como el Premio Marco Antonio Ettedgui, el Premio Municipal de Cine, el Premio Municipal de Teatro, el Premio Nacional del Artista, el Premio Celcit, el Premio Juana Sujo y el Premio del IV Festival de Cine Venezolano de Mérida al mejor Actor.
Su filme Todo lo que sube (2008), presentado en importantes festivales del mundo, ganó el premio especial del Jurado delFestival de Cine de Margarita y el Premio Municipal de Cine, de Caracas.  
Hoy, con Azul y no tan rosa, la película venezolana más taquillera del año 2012, se ha convertido en uno de los cineastas más reconocidos de Venezuela.

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